Vian el arte del tapiz

Nacido con los primeros asentamientos humanos en el Neolítico, el tejido sirvió en un primer momento para cubrir las necesidades de abrigo y vestido pero pronto evoluciona transformándose en arte. En los albores de la Historia los pueblos de la Antigüedad ya cultivan el arte del tapiz.

La Edad Media otorga a esta especialidad textil su alto valor artístico; desde entonces, y durante más de cinco siglos, los tapices fueron considerados la quintaesencia de las artes suntuarias. Grandes artistas, como Rafael, Rubens o Goya, pintaron para los telares, dejando la huella de su estilo en espléndidas series que adornan palacios del mundo entero.

Después de más cien años de decadencia, a mediados del siglo XX se produce un renacimiento espectacular de los tapices que alcanzan una nueva edad de oro. En el último tercio del siglo los nuevos aires de la cultura europea influyen sobre el desarrollo de la tapicería que incorpora nuevos materiales y adopta procedimientos ajenos al textil, produciendo un nuevo estilo de obras mixtas de impacto visual espectacular que ya no pueden llamarse propiamente tapices.

Actualmente este arte milenario hace balance de toda esta herencia volviendo a su raíz; sin despreciar ciertos hallazgos expresivos de su última época, intenta depurar su lenguaje y alcanzar un nuevo equilibrio.